sábado, 2 de octubre de 2010

¡Yo no morí!

No vallas a mi tumba y no llores
pues no estoy ahí.

Yo no duermo.

Soy un millar de vientos que sopan,
el brillo de un diamante en la nieve,
la luz del sol sobre el grano maduro,
la suave lluvia de verano.

En el silencio delicado del amanecer 
soy un ave rápida en vuelo.

No vayas a mi tumba y no llores, 
yo no estoy ahí,
yo no morí.



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